10 claves de por qué Mel Krieger ha sido el mejor de todos los tiempos
En mi opinión, Mel es el mejor instructor de lanzado que nunca he conocido y visto en acción. En esto coincido con un gran número de aficionados y expertos de lanzado.
Nadie ha vendido más vídeos, ni libros de lanzado en el mundo a lo largo de toda la historia del lanzado con mosca.
No es casualidad, habría sido gran instructor o maestro de cualquier arte o disciplina. No tiene que ver con el tema, tiene que ver exclusivamente con él.
Quiero tan solo enumerar, bajo mi punto de vista y esmerada observación, algunas de las claves de su magnetismo, técnica de comunicación, encanto y capacidad de atraer y embelesar a todo tipo de alumno, en cada una de sus presentaciones, cursos o demostraciones de lanzado.
1- Sonríe permanentemente. Transmite que el lanzado es diversión y felicidad.
2- Realiza las pausas adecuadas tras cada idea, explicación o mensaje. Silencios que crean expectación y reclaman atención. «Si quieres que te escuchen, habla bajo».
3- Repite ideas claves un par de veces, cambiando ligeramente el lenguaje y su nivel de dificultad. Cubre todos los niveles de los participantes. De técnica y de comprensión.
4- Habla dos lenguas: la de los ingenieros y la de los poetas.
5- Contacta visualmente con todos los participantes. Habla a todos pero individualmente. Eso no es solo difícil, es tremendamente difícil.
6- Hace con la caña exactamente lo que dice con sus palabras. Un arte que casi ningún instructor es capaz de plasmar con total precisión y sistematicidad. Casi nadie.
7- Cuando puede, toca al alumno. Traspasa barreras emocionales y sicológicas. Eso es un arte. Llega al alumno.
8- Su lenguaje corporal es el justo. No exagera ningún movimiento. Refleja sencillez, humildad, eficiencia, precisión y encantamiento.
9- Sus frases introductorias en cada explicación son atrayentes y apasionadas. Todo lo contrario al acostumbrado comentario de muchos instructores: «A ver, ¿qué más os puedo contar del rodado?»
10- No pretende deslumbrar en ningún momento. Todo lo hace fácil, simple, sencillo. «Tú puedes lo mismo que yo».
Esta lista contiene tan solo 10 puntos. Son más, muchos más.
Entrenó en sus comienzos al mejor lanzador de todos los tiempos, Steve Rajeff y sus consejos técnicos y observaciones fueron valorados siempre por los mejores lanzadores del mundo hasta el final de sus días.
Fue, simplemente, el mejor.