
Más precisos que nunca
Meter la mosca (posarla para los sensibles), a unos centímetros por delante del arito delator, en el punto justo donde la corriente transportará nuestra mosca hasta el centro de la ventana de esa enorme trucha alimentándose en superficie, es algo complicado y que requiere de una habilidad concreta en lanzado conocida como precisión.
Y eso es lo que normalmente se piensa cuando hablamos de ser precisos en acción de pesca. Sin embargo, yo considero que el concepto de precisión puede ser más amplio y responder a diferentes situaciones dentro del río que ocurren con mucha más frecuencia que la dibujada anteriormente.
Tanto desde el punto de vista del pescador como del lanzador practicante, es más interesante y práctico un enfoque de precisión que abarque los siguientes aspectos:
- 1. Precisión a derecha e izquierda (una piedra, vegetación…).
- 2. Precisión en carril (mosca, bajo y línea deben posar dentro de una calle estrecha: corriente, vegetación…).
- 3. Precisión en el lance trasero (orientarlo a diferentes alturas y ángulos: entre huecos de árboles, matas, paredes…).
- 4. Precisión en posar la línea y/o el bajo sobre una o más piedras.
- 5. Precisión con viento (técnica de lance concreta).
- 6. Precisión con determinados lances de presentación (saber escoger el adecuado).
A la hora de practicar precisión en hierba, será muy útil y mucho más productivo que no nos centremos exclusivamente en meterla en el aro y que los ejercicios de prácticas abarquen los seis aspectos básicos mencionados. Fundas de cañas, conos, un gran ventilador (es broma) y otros objetos nos pueden ayudar.
Así mismo, es fundamental salir a practicar precisión en días de viento y ejercitar esta destreza con todo tipo de lances de presentación, ángulos de la caña y planos de apertura del bucle (vertical, lateral, invertido). Algo que raramente solemos hacer.