Breve glosario de expresiones populares
Quedarse a bolo: hábito que va a más a medida que las truchas van a menos y que exige un agotador uso de la imaginación para inventar excusas. Menos mal que existe la pesca sin muerte.
Pepino: Describe un tipo de hortaliza y truchas muy grandes. Cucumis sativus salmónidus. Tan abundante en nuestros ríos como truchas grandes en huertos de hortalizas.
Comer mierdas: lo que hace una trucha cuando asoma la punta del morro para succionar algo absolutamente imposible de identificar, coger, ver o incluso percibir extra-sensorialmente. Existen anzuelos del 34 para imitar estos suculentos bocados. El problema es que para que sirvan habría que enrollarles seda y después meterles un hilo de nylon por el ojal y mi lupa binocular es del año pasado.
¡Vaya viaje que le ha metido!: expresión de pescador sorprendido al ver y oír un gran chof alrededor de su mosca, presumiblemente causado por un pez. El que en realidad se ha metido un gran viaje entre pecho y espalda para oír ese chof y poco más, es el sorprendido pescador, presumiblemente.
Infanticidio: acto compulsivo de sacar truchas pequeñas de manera seguida y sin sentido que, aunque sean devueltas, les incordia muchísimo. Pero es que muchas veces es todo lo que hay y poder decir que has cogido un kilo de truchas aunque tengas que omitir el hecho de que ha sido en porciones de a 30 gramos, merece la pena.
“No cae mosco”: frase cada vez más en desuso pero muy utilizada hasta hace 10 años. A medida que la técnica de la pesca a mosca iba en auge, se comprendían cosas como que las moscas no caen de arriba, más bien suben de abajo. Sin embargo, la frase sigue del todo vigente cuando nos referimos a las hembras de algunas especies que vuelven al agua a desovar, cayendo literalmente de arriba y produciendo mucha actividad en el río. Es así misma válida al referirnos a insectos terrestres que caen al agua arrastrados por el viento, etc.
“Le he pasado toda la caja y no hay manera”: frase utilizada cada vez con mayor frecuencia al disponer el pescador de mayor surtido de imitaciones que nunca y truchas cada vez más selectivas. La solución al problema que refleja esta expresión radica normalmente en la misma frase. Es decir en el “…no hay manera”. Es una cuestión de presentación más que de imitación. La situación requiere cambiar de tipo de lance, de posición o de estructura de bajo de línea.
“La fallé”: típica expresión utilizada al ver desaparecer nuestra mosca de la superficie, tensar y…no notar nada. En realidad no es exacta, ya que la mayor parte de las veces es la trucha, la que en el último instante, rechaza nuestra imitación. Los fallos normalmente ocurren al clavar demasiado rápido en truchas muy grandes.