El mito de la seca (si Halford me oyera)

Desde hace tiempo, vengo sosteniendo la firme creencia que la pesca a mosca seca, tal como la entedía Halford, no ha existido nunca. La mosca se mantiene seca los primeros segundos, como mucho una presentación. Después de eso ya no es seca. Por mucho que lo intentemos ya no se quedará igual de seca ni flotará de la misma manera.

La mosca seca, entendiendo como tal aquella mosca que flota como un subimago de efemeróptero, es un mito. No hay manera de hacer flotar una artificial de la manera que flota una natural. Por mucho que nos empeñemos, no es físicamente posible. Por el peso del anzuelo, por los materiales que todos absorben más o menos agua y porque se encuentra atada a un hilo que le desequilibra y añade peso extra.

Fracasos

Todos los innovadores montajes a lo largo de la historia intentando conseguir esta flotabilidad son un fracaso. El caso es que esto que estoy diciendo es muy sencillo de comprobar. Coge tu mejor imitación de subimago y ponla suavemente encima del agua de un vaso. Observa unos segundos. Haz lo mismo con un montaje invertido, un montaje tipo tórax, una palmer, una funnel dun, una compara dun, lo que quieras. Observa. Ni de casualidad flota tan alta como lo hace un sutil grácil cuerpo de subimago. Todas al poco de ser colocadas en el agua traspasan con el cuerpo la superficie, muchas del todo, otras la película. Observa los cercos. En una natural a penas tocan el agua. En las artificiales son un verdadero colgajo, esperpéntico e indescifrable. Y eso que las has depositado con cuidado. Ahora átalas a un nylon y déjalas caer desde cierta altura. Desilusionadamente revelador.

Ahora coge una foto y mira un clásico modelo de Halford.

Reflexión final

No sé como este hombre podía pensar que la trucha tomaba estas imitaciones pensando que eran ejemplares adultos de efemerópteros. Esos anzuelos pesaban bastante más que los actuales y los materiales que utilizaba en su confección no eran tan hidrófobos como los actuales. Aun así, ahí nació una bella y romántica historia: La mosca seca.