
Las cañas caras
Son muchos los que deciden gastarse 600 euros en una buena caña, para después no saber qué hacer con ella y al final acabar aprovechando un mínimo de su potencial.
El nivel de lanzado aquí en España, aunque en gradual ascenso, sigue siendo bajo. Sin embargo, los precios del equipo y de las cañas que normalmente se utilizan son muy altos. El caso es que, a menos que uno decida mejorar de manera seria su técnica, pagar más de 300 euros por una caña, es una ridícula pérdida de dinero.
Las cañas de alta gama muestran su verdadero potencial y prestaciones, solo cuando se posee una buena técnica de lanzado. Si no, no. Dicho de otra manera: compensar la falta de técnica con un desembolso de dinero es totalmente absurdo y caro.
Una caña cara no lanza mejor que una barata, a menos qué sepas cómo.