«Si algo de razón no te falta amigo»

Es lícito reconocer que aunque en menor número que hace años, todavía existen muchos pescadores a mosca experimentados, a los que la campestre actividad de lanzar fuera del agua les parece un poco tonta y bastante inútil. Efectivamente, los que practicamos esta divertida afición y la llevamos a extremos casi surrealistas, en muchos casos rayando la obsesión, somos con frecuencia objeto de crítica y análisis.

¿Para qué tanta historia, entrenamiento, estudio y horas de práctica si la realidad del río es bien otra y las necesidades de lance sobre el agua sólo pueden ser aprendidas sobre el agua? La verdad es que no les falta algo de razón.

En este artículo, no del todo mediano, pretendo recoger cinco críticas razonadas, a las que añadiré un inevitable Sin-embargo y un instructivo Recuerda. Son algunas de las observaciones más populares recogidas por mí a lo largo de algunos años, respecto a este pasatiempo más terrestre y aéreo que acuático que puede llegar a ser el lanzado con lana en seco.

1. “En río casi nunca se necesita llegar más allá de 15 metros”

Correcto: en nuestros queridos ríos de España con la anchura de su cauce, su profundidad media y riberas pobladas son pocas las ocasiones que necesitaremos y podremos pasar de esa distancia.

Sin embargo… el poder lanzar con control y precisión por encima de los 20 metros nos da la técnica y confianza de hacerlo con gran maestría por debajo de esa distancia. Nuestra técnica va a ser mucho más depurada si hemos practicado y la hemos perfeccionado en distancias largas. Mejoraremos notablemente nuestra precisión y eso en acción de pesca es del todo fundamental.

Recuerda: el lago está de moda. Y ahí los metros son capturas. Si es un lago intensivo ni te cuento.

2. “El tamaño de los bucles no tiene demasiada importancia”

Correcto: si así fuera, pocos pescadores a mosca sacarían nunca una trucha ya que la anchura media del bucle español debe andar por encima del metro. En acción de pesca lo que más se deben utilizar son lances de presentación y rodados. En ninguno de este tipo de lances el bucle estrecho tiene ninguna importancia significativa

Sin embargo… es justo admitir que los bucles estrechos son más precisos (tanto atrás como adelante), vuelan mejor contra el viento y llegan más lejos con menos esfuerzo. Con menos esfuerzo lograremos lanzar más horas sin cansarnos.

Recuerda: aunque la obsesión por el bucle estrecho ha perdido fuerza, saber hacerlos nos da control sobre diversas anchuras, necesarias cuando pasamos de seca a ninfa o a streamer.

3. “Con bajos largos siempre tendremos algo de línea floja al final”

Correcto: aunque estiremos del todo un bajo de 5 metros, el último tramo, especialmente si es fino, va a posar siempre con pequeñas arrugas o serpentinas. Esta es probablemente la única manera de superar el micro-dragado en badinas con superficies sinuosas y llenas de micro corrientes.

Sin embargo… en el resto de escenarios, bajos tan largos son básicamente una mala solución que intentan paliar una falta de recursos técnicos en el lanzado. Un bajo largo crea más enganches, es menos preciso y con viento nuestra mosca se convierte en una diminuta cometa, divertido pero poco efectivo. Con una buena técnica de lanzado un bajo de más de 4 metros, excepto en muy concretos escenarios, no debiera ser nunca necesario.

Recuerda: como pescadores sin muerte tenemos la obligación de acelerar la captura y suelta del pez en todo lo que podamos. Bajos cortos y gruesos son una gran herramienta de ayuda.

4. “Cualquier ligero viento que no sea de cara viene bien”

Correcto: tanto si es de espalda como por uno de los lados, sobretodo por la izquierda, es una pequeña ventaja. Ayuda a extender bien la línea y la parte superior del bucle se aleja ligeramente de la inferior evitando enganches y hasta bucles negativos.

Sin embargo… es este viento del que no nos percatamos nunca de su existencia. Cuando hablamos de viento casi siempre nos referimos al de cara o al moderado-fuerte en cualquier dirección. Solo una buena técnica practicada fuera del agua supera con éxito estas situaciones.

Recuerda: con viento de cara ejecuta un último bucle frontal rápido de trayectoria descendente, donde el bajo se termine de extender justo antes de posar sobre el agua.

 5. “La mejor forma de vencer el dragado es lanzar corto y casi encima del pez”

Correcto: cuanto más nos acerquemos al pez menos línea necesitaremos posar y menos problemas nos dará el dragado. Pescar de punta bien agazapado o escondido es un método no superado por ninguna técnica de lance. Como bien reza un dicho Zen: “El lance perfecto es aquel que no existe”.

Sin embargo… las posibilidades de ser vistos u oídos son mayores. Además, en pocas ocasiones podemos acercarnos todo lo que nos gustaría. Al menos tan cerca como para pescar de punta. La mejor forma de vencer el dragado es crear una imagen especular de la configuración de la corriente en nuestra línea. También reza un dicho Zen: “Da libertad a tu mosca, libérala de toda tensión y esfuerzo. Solo así será feliz y deseará cumplir su misión”.

Recuerda: no sólo los lances de línea floja liberan a nuestra mosca de tensión: los curvos, ganchos y líneas que floten bien alto también ayudan y en circunstancias los superan.