Sobre la visión de la trucha y las bodas

Nos encontramos conduciendo nuestro coche en medio de una niebla. Llevamos algo de prisa. A lo lejos empezamos a ver algo que nos parece una señal de tráfico. Todavía borrosa y con una silueta muy poco definida nuestro cerebro empieza a procesar información sobre qué tipo de señal puede ser.

A medida que nos acercamos a ella apreciamos su forma redonda y un cierto color rojizo muy pálido. Con esta información todavía incompleta y a la velocidad que llevamos debemos empezar a pisar el freno pues en nuestra base de datos cerebral figura que algo así se parece a una señal de stop. Cuando la tenemos casi encima y a punto de detener el vehículo, haciendo que el coche de atrás casi nos pegue, llegamos a ver la señal con claridad. Un cartel redondo, con el borde rojo y el fondo claro sujeto a un poste nos indica la dirección a la boda de Beatriz y Antonio. Aceleramos de nuevo rechazando con cierto enfado un mensaje que no se corresponde para nada con lo que en un principio creíamos íbamos a encontrar. Sobretodo porque no nos dirigimos a ninguna boda ya que no nos gustan demasiado.

Y esto es más o menos lo qué ocurre cuando una trucha ve una de nuestras moscas y decide ir a por ella. La niebla hace de agua. Un medio borroso que difumina formas y colores a medida que nos alejamos de ellos. Primero percibimos que hay un objeto en un determinado punto, al acercarnos un poco más vislumbramos su forma y tamaño y más adelante el color empieza a enviarnos información de lo qué puede ser. Nuestro cerebro (hacemos de trucha) tiene que empezar a procesar y cotejar información desde el principio. De ello puede depender nuestra vida.

Ahora analicemos algunas posibles variantes en nuestra historia:

  • ⇒ Si no hubiera habido tanta niebla y hubiera habido más luz… (agua más clara)
  • ⇒ Si hubiera ido algo más despacio… (velocidad del agua)
  • ⇒ Si asistiéramos a bodas con regularidad…(experiencia, información recogida en nuestra base de datos cerebral)
  • ⇒ Si no hubiera tenido aquel accidente hace un año en el que me salté un stop por no verlo…(aprendizaje de experiencias negativas)

 

Dejo al lector el placer de completar esos condicionales y relacionarlos de manera lógica con la trucha y el río.

No es que yo no sepa hacerlo (faltaría más), es que haciéndolo y planteando algunos otros se pueden llegar a entender de manera sencilla muchos de los aspectos de la visión y consiguiente comportamiento de esta fascinante criatura.