Una captura con cabeza y algo de suerte
Me encuentro en la posición de la foto.
Una trucha, enfrente de mí, se encuentra casi pegada a ese arbustillo que sobresale en superficie en el otro lado (se vislumbra su silueta en forma de dibujo). A unos 12 metros.
Una ligera pero constante brisilla sopla río arriba. Corriente de izquierda a derecha y bastante uniforme. No soy capaz de distinguir ninguna corriente principal ni secundaria. Mi bajo cónico no llega a 3 metros y medio de longitud. La tensión se hace perceptible.
La pregunta es: ¿Cuál es el mejor lance en esta situación, desde ese ángulo y con la trucha en esa querencia?
El que yo ejecuté fue el de la foto: un curvo bien pronunciado de izquierda a derecha. Y mi justificación en relación a otras opciones es la siguiente:
- # Un lance en línea recta a pesar de no haber corrientes fuertes significa dragado al instante por la distancia que me separa del pez. Incluso posando muy cerca de la trucha era un riesgo que no quería correr.
- # Unas cuantas serpentinas me hubieran puesto en riesgo la precisión y un enganche en esa matita era un adiós instantáneo al pez. Por otro lado, con esa semi tranquila corriente cualquier levantamiento de demasiada línea arrugada podría alertar al pez, de no acertar al primer intento.
- # Un fácil extendido de izquierda hubiera situado más cantidad de línea a través de la corriente. Un curvo cierra ángulo al principio y sobretodo al final que es donde más nos interesa.
- # Un gancho a 90º a la izquierda hubiera sido perfecto. A pesar de mi bajo más bien corto, la brisilla corriente arriba ponía en riesgo la precisión y la propia ejecución de ese lance tan técnico. Si hubiera sido justo en la otra dirección no lo hubiera dudado. Lo descarté.
Así que opté por un curvo positivo por la izquierda. Un lance poco acostumbrado, nada fácil de ejecutar a esa distancia pero que me funcionó. Sin duda con suerte. El pez no llegaba a los 35 centímetros pero fue una de las capturas de la temporada.