
Momentos
Desde mi punto de vista una sencilla palabra es lo que mejor describe el sortilegio de la pesca con mosca:
Vivir la magia del amanecer, el hechizo del sereno, la excitación del rechace de una buena pieza, la alegría por una captura de la persona que más quieres, una deriva libre de dragado casi inverosímil, el ascenso de una trucha a tu mosca desde el fondo siendo iluminada por el sol en todo momento, la pesca al alimón con un buen amigo, el susto a un gran venado al ir caminando por la orilla, ese lance rebelde que por fin parece volverse consciente, un doble arco iris tras una deseada tormenta, dos ardillas en la otra orilla observando cada uno de mis movimientos, la devolución de una trucha que parada entre mis piernas parecía no querer despedirse, una pizca nueva de comprensión del por qué de un rechace, la soledad del río y mil efímeros instantes más. Todos ellos fugaces e intensos.
Todos ellos capaces de dejar una micro huella imborrable y de ir tallando casi de manera imperceptible el alma y espíritu del pescador y sobretodo de la misma persona.