Practica lanzado pescando al agua
Lo más divertido en pesca a mosca es presentar una mosca seca a una gran trucha que no para de tomar dulcemente subimagos en superficie. Con esto coinciden, creo que todos los pescadores con mosca de cualquier modalidad, sea seca, ninfa, perdigón o streamer.
Hay pescadores que si no encuentran esa trucha y en esas condiciones, pondrán un perdigón. Otros pondrán otra cosa y muchos otros preferirán no hacer nada, contemplarán el paisaje disfrutando de la paz del río y esperarán hasta que llegue ese momento o lo más parecido a él. Yo, en esas muy frecuentes ocasiones de inactividad casi total en el río, ato una mosca seca y pesco al agua: la mejor manera de practicar lanzado en acción de pesca.
Ejercicio
- ⇒ Hay que probar de todo: lances anti-dragado, anti-obstáculos, curvos, ganchos… En determinados tramos pesca solo con rodados. Te darás cuenta de la versatilidad y practicidad de este magnífico lance.
- ⇒ Practica precisión. Posa tu mosca pegada a la orilla, debajo de esas ramas y delante de esa prometedora piedra.
- ⇒ Experimenta en corrientes con diferentes lances de línea floja y comprueba hasta dónde puedes derivar tu mosca sin que drague utilizando uno y otro. Llegarás a la conclusión de que por muchos lances de presentación que existan, el número y variedad de configuraciones diferentes de corrientes es siempre infinitamente mayor. La otra conclusión a la que llegarás rápidamente, es la enorme y todavía infravalorada importancia del dragado (y eso te motivará y estimulará a crecer como lanzador, … o al revés)
- ⇒ De vez en cuando, lanza lejos. Posa a doce metros (eso en el río es muy largo) y logra la deriva de tu vida (de haber alguien mirando te aplaudirá).
Estate preparado a enganchar más que nunca. En matas, piedras y sobretodo en ramas a tu espalda. Al cambiar de posición y ángulo constantemente, el lance atrás se vuelve muy susceptible de tocar todo tipo de vegetación y obstáculos al menor descuido. Acostúmbrate a mirar hacia atrás de manera regular.
Te aseguro que vas a disfrutar como un enano hasta que llegue ese momento tan anhelado, si es que llega. Yo no llego al estado al que llegó Mel Krieger al comentar en una ocasión: «que ese momento mágico no se vea interrumpido por una trucha». Igual tú sí.