Aprender a elegir el trasero

Los hay de todos los tamaños: equilibrados, con tensión, flojos, con trayectoria descendente, etc…

Me refiero al lance trasero, esa línea que allá que va y como no la vemos creemos que su importancia es limitada. Se nos ha dicho mil veces, sin embargo, que es primordial.

Y así es. Sin un buen lance trasero, lo que ocurra adelante va a ser cuestión de suerte. Y la suerte la debiéramos dejar en pesca para hacer que ese rato que nos podemos escapar al río, coincida con alguna eclosión decente.

Es fundamental aprender a observar ese lance trasero por una sencilla razón, para poder llegar a sistematizar la creación de buenos bucles. No solo eso: sobretodo en lances largos, debemos aprender a elegir el lance trasero bueno para inmediatamente después disparar la línea en el frontal.

Elige uno bueno

Mi consejo es elegir un trasero tenso, con un bucle vertical paralelo, no muy alto y perfectamente alineado. Solo cuando decidamos que ese es el bueno, deberemos ejecutar el frontal definitivo. Lo demás, en distancia, no tiene sentido. Sin un buen trasero no llegaremos lejos y el burruño está más que garantizado. Y si no nos sale un buen trasero y nos cansamos, abortar la secuencia de lance y volver a empezar.

La distancia es cruel. Se progresa muy gradualmente y de apoquitos.

Debemos ser estrictos con las rutinas de prácticas. No admitir concesiones de churros, viento oportuno, estimaciones de metros subjetivas y demás. Aunque nuestro ego y autoestima necesitan refuerzos de manera continuada, os aseguro que se progresa más rápido. Me costó darme cuenta de esta simple realidad. Nunca es tarde.