Teoría general de la selectividad
Esta teoría rechaza de pleno la idea de que la tan admirada y temida selectividad de la trucha sea un rasgo o prueba de su inteligencia. Intenta demostrar que, en todo caso, lo es de lo contrario.
La selectividad de la trucha puede definirse como un comportamiento genéticamente adquirido que les hace la vida un poco más fácil.
La trucha posee un cerebro de muy pequeño tamaño preocupado la mayor parte del tiempo en cubrir sus necesidades básicas: obtención de alimento, protección y suministro de oxígeno.
Cuando se produce una eclosión abundante de una determinada especie de insecto, la trucha es capaz de centrar su atención exclusivamente en ese insecto desentendiéndose de cualquier otro.
Esta teoría define la selectividad como un estado de trance-hipnótico o atontamiento antes que como cualquier manifestación de inteligencia o astucia.
Esta conducta le permite hacer mucho más productiva y rentable la energía y el tiempo necesitados en su alimentación mientras dure el período de la eclosión.
Selectividad: estado de trance-hipnótico o atontamiento con el fin de obtener la máxima eficiencia calórica en el esfuerzo realizado al alimentarse en eclosiones de insectos.