Un negativo muy positivo

 

 

A veces practicando lo que no hay qué hacer, uno se lleva sopresas y encuentra cosas que a la larga resultan verdaderamente interesantes.

Es hora de practicar negativos.

A parte de otras razones, la causa principal por la que surgen los bucles cruzados o negativos es un exceso de flexión en la caña para un determinado insuficientemente amplio arco de lanzado. Se arregla de dos maneras:

  1. 1. Manejando menos línea. Lograremos que la caña doble menos.
  2. 2. Ampliando el golpe de lanzado. Retrasando la rotación.

 

Cualquier instructor sabe ejecutar bucles negativos a petición. Es un requisito imprescindible en todas las certificaciones actuales. Poder mostrar a un alumno qué es y cómo se evita este molesto enemigo es del todo fundamental.

Sin embargo, resulta mucho menos normal, que alumnos que para nada quieren ser instructores o sacarse una titulación, aprendan a ejecutarlos como una habilidad interesante a dominar. Puede que haya llegado la hora de cambiar esto. Solo para especialistas un tanto raritos.

Utilidad

Creación de ganchos. La parte final de línea y el bajo giran 90º. El resto de la línea se queda recta o arrugada si decidimos bajar la punta de la caña.

Ejecución

En un lance vertical ejecutamos un bucle negativo frontal pero en la parada, giramos ligeramente la muñeca hacia dentro (la palma se queda mirándonos). Con suerte y práctica aparecerá un bonito gancho hacia la derecha.

Lo mismo, pero rotando la muñeca en la otra dirección, para que nos salga el gancho de la foto.

Si realizarámos lo mismo con un bucle normal, muy probablemente el bucle se abriría del todo y no caería en forma de gancho. El bucle negativo hace que la línea pierda velocidad y de manera más sencilla y controlada consiga lo que queramos.

Este es un lance muy técnico solo para expertos y sobretodo amantes del lanzado hasta el extremo de la frivolidad. Y para ser utilizado en su momento, lugar y condiciones.