Click..click Click…..click Click…………click
Un aparatillo curioso (Accelerator Fly Casting Trainer) cuyo uso llevo aconsejando desde hace tiempo. Me imagino que su creador, el bueno de Floyd, habrá vendido cientos de unidades. Igual no tantas.
A ver si le pregunto un día. Sean los que sean, esta caña de interiores muy reducidos es, en mi opinión, el invento más creativo y curioso que se ha concebido hasta la fecha para practicar lanzado (no es que haya muchos precisamente).
Floyd Dean, MCI de la IFFF, señala que construyó este ingenioso artilugio para enseñar el buen timing en el lanzado. Necesita todavía menos espacio que las MPR (Micro Practice Rods) ya que no usa línea. Vamos que puedes practicar lanzado en la despensa.
Esta cañita basa su funcionamiento en uno de nuestros sentidos fisiológicos, el oído (caña audible) y posee una serie de detalles técnicos interesantes:
- # Tapita roja en la punta. Es muy fácil seguir con la vista la trayectoria de la punta de nuestra “caña”.
- # Mango muy cómodo y agradable.
- # Gomita para añadir tracciones.
- # Longitud regulable según alarguemos la vara.
- # Bolita de acero muy sonora al pegar en ambos extremos del interior de la varita hueca.
La clave de todo está en llegar a oir el doble click de la bolita: click-click o click———–click.
Funciona así:
- 1. Ejecutamos el lance trasero. Debemos oir el click de la bolita golpeando el extremo superior de la vara.
- 2. Solo cuando volvemos a oir el click de nuevo, que es cuando la bolita baja por el tubo hueco y golpea en el extremo inferior, podemos iniciar el lance frontal.
- 3. Hacemos lo mismo con diferentes longitudes de vara. Siempre ansiando oir el doble click que nos indica que lo estamos haciendo bien. A más longitud de vara mayor tiempo entre clicks.
Ahora viene lo bueno:
- # Si nuestro arco de lanzado es demasiado amplio para la longitud de la vara, oiremos un solo click. Malo.
- # Si, por el contario, es demasiado estrecho para una mayor longitud de vara, no oiremos ningún click.
- # Si la pausa no es lo suficientemente larga, no daremos tiempo a la bolita a caer y nada de click-click. Tan solo click.
- # Si nuestra alineación no es del todo recta, con suerte oiremos tan solo un click.
- # Si la parada no es lo suficientemente enérgica, la bolita no pegará contra el primer extremo y el silencio será devastador.
- # Si el agarre es lo suficientemente suave, podemos llegar a sentir la bolita deslizándose por el tubo hueco. Si es tenso, muerto o insensible, no.
Y entre click y click, cual sonido delator del paso del tiempo y de nuestra propia existencia, pasaremos el rato reforzando, una y otra vez, algunas de las claves de la mecánica básica de lanzado. Y sin salir de la despensa. ¿Quién da más?