Y dale Perico al torno (tres posibles orígenes del debate)
Esas son algunas ideas en relación al artículo que publiqué sobre la cuestión de si lanzas pescas más. Concretamente algunos posibles orígenes al debate lanzador/pescador y a lo de si-eres-lanzador-no-eres pescador y otras variantes.
Sobre un posible origen del debate
El lanzado es una herramienta y como tal tiene una misión que cumplir. La herramienta por la herramienta, sin más, se puede describir como bella, grácil y hasta sensual pero si no sirviera para nada se quedaría un tanto coja.
Para algunos poetas y espíritus sensibles posiblemente no.
Yo alcanzo a verle cuatro utilidades:
- 1. Sacar peces (Pesca a mosca).
- 2. Participar en campeonatos de distancia, precisión y speys (Competición de lanzado).
- 3. Como entrenamiento para mejorar como pescador, estudio y actividad lúdica (Lanzado con mosca).
- 4. Para la obtención de un certificado y futura enseñanza (Formación como instructor).
Aunque muy interconectadas entre ellas y para nada excluyentes, cada una de esas utilidades y objetivos requiere un tratamiento y enfoque diferente.
Cada una tiene su nombre y definición propia, sus contenidos, su modo de ejecución, su escenario, su motivación y hasta sus épocas y momentos.
El importante enlace de unión entre la 3 y la 1 yo lo llamo transferencia.
Muchos debates estériles surgen cuando un interlocutor se refiere al 1 y otro le contesta desde el 3. Básicamente, cuando el 1 se confunde y mezcla con el 3. No necesita más explicación, espero.
Las utilidades dos y cuatro son grandes herramientas funcionales para mejorar como lanzador. Probablemente las dos más potentes.
Segundo origen del debate
Una importante fuente de debate estéril sucede cuando uno intenta incluir entre esas cuatro utilidades del lanzado una más: propulsar perdigones.
Y bajo ese enfoque, el de la pesca con perdigón, la técnica más popular y efectiva en este momento, el lanzado cobra toda una nueva definición, tan diferente en concepto y forma, que debiera tener su propio nicho y encaje.
Creo en realidad que, a nivel práctico, ya lo tiene. Esta modalidad tiene bien definidas sus imitaciones, tipo de línea, cañas, técnica de ejecución, enfoque en el río y demás. El perdigón es una modalidad con personalidad propia y única en relación a lo que tradicionalmente entendemos por pesca a mosca.
Cuando uno habla de lanzado desde el 1, de la pesca a mosca, y el otro de manera no explícita e involuntaria escucha, procesa y contesta desde la pesca al perdigón, el montón de disonancias y desencajes que surgen en esa interacción comunicativa no son pocos. Automáticamente esto da lugar a defensas a ultranza de posturas, apasionamientos varios y cero entendimiento.
Tercera fuente del debate
Origen primigenio
No quiero olvidarme de la causa raíz por la que el lanzado, su práctica y estudio, ha provocado malestar, cierto desazón y críticas de todo tipo desde que todo esto comenzó allá por finales de siglo.
Aunque mucho menos vigente que antes, gracias a Dios algo hemos logrado, esta causa sigue rezumando de manera esporádica y de soslayo en multitud de debates y discusiones. Me explico.
Todos los pescadores a mosca somos muy buenos y sacamos muchos peces. Desde que pescamos sin muerte más. El descubrir, de repente, la existencia de unos criterios objetivos de análisis, que de alguna manera puedan definir y calificar nuestras habilidades técnicas en cualquier disciplina, crea en algunos cierto desasosiego.
Si esa disciplina es la pesca a mosca, algo que solemos vivir con inusitado ardor y fogosidad, la existencia de esos juicios objetivos de evaluación se vuelven, para algunos, del todo insoportables. Es sencillo y muy humano.
Corolario
Me queda pendiente profundizar en el tema de la transferencia algo más de lo que ya escribí hace algunos años. Para mí un aspecto clave, muy interesante y nada sencillo.
Tema, por cierto, nunca tratado en cursos, libros ni por ningún instructor en la actualidad. De momento.