Lanzado, moscas y truchas
Ocurre con cierta frecuencia que alguien que lanza bien decide presentarse a un examen sin haber leído nunca níngun libro ni contestado a ninguna pregunta teórica sobre lanzado.
El asumir que “como lanzo bien, sé de lanzado” y obviar en gran medida la parte teórica del examen, suelen llevar a una gran desilusión.
Me lo ha pasado muy bien escribiendo esta serie de artículos. He disfrutado recordando historias y anécdotas y en varias ocasiones me ha invadido la nostalgia y la melancolía.
La historia del lanzado en España es una novela de un recorrido apasionante y muy divertido.
Llena de emociones, momentos alegres y otros no tanto.
José Ramón Rodríguez, Argibay, fue uno de los primeros instructores certificados por la CNL.
Su examen fue también uno de los más memorables.
En aquella campa hace unos cuantos años, José Ramón ejecutó prueba tras prueba con explicaciones oportunas y exactas, mostrando una capacidad de análisis y dialéctica solo propias de un gran instructor.
En esta población de la serranía de Burgos estaban acostumbrados a oir hablar del Homo antecessor y a convivir con restos del Ursus dolinensis y otras especies de animales prehistóricos y homínidos que habitaron estas tierras hace unos 900.000 años.
Nadie sospechaba lo que les venía encima a partir del primer encuentro y curso de la CNL.