A ocho pasos del éxito (1ª parte)

Si hace 10 años alguien me hubiera hablado del número de gente interesada en obtener un título de lanzado en la actualidad, me habría pinchado con un anzuelo sin muerte del 12 para comprobar que no era una alucinación.
Hemos pasado en unos pocos años del paqué-demonios-sirve-eso y vaya-pérdida-de-tiempo al qué-hay-que-hacer y dónde-se puede-examinar-uno. Visto y no visto.