Lanzando con niños (sin analogía de la película Bailando con Lobos)

Si como instructor de lanzado todavía no has enseñado a lanzar o pasado un rato con niños pequeños con la caña en la mano, te estás perdiendo una de las grandes experiencias de esta bendita afición.

Digo gran experiencia pero podría calificarla también de excitante, frustrante, agotadora, apasionante, divertida, esclarecedora, fatigosa y desesperante.