Acortando y alargando la caña
Recuerdo un foro de debate en Internet sobre lanzado, en el que un contertulio comentaba sobre la actual moda de poner en duda cualquier aspecto técnico de lanzado. A modo de broma, señalaba que llegaría un día en el que empezaríamos a discutir si es mejor agarrar la caña por lo gordo o por lo fino. Curiosamente, ese día llegó hace tiempo. Bueno, no exactamente.
La idea es de Lefty Kreh, el zurdo de oro (¿o creías que Lefty es su nombre real?). Consiste en agarrar la caña por la parte inferior de la misma (el grafito), por encima del mango y lanzar como si nada. De hecho, una vez que te haces a la sensación de aparente desequilibrio, se puede lanzar perfectamente.
¿Qué logramos con eso? Pues pasar de estar pescando con una caña de nueve pies, a hacerlo con una de ocho o siete. Genial.
¿Y para qué sirve eso? Pues para convertir nuestra caña de nueve pies en un arma mortífera. Una herramienta capaz de pescar en las más densas de las canopias y de penetrar los espacios más reducidos entre la vegetación con nuestro lance trasero.
Después de posar, podemos pasar al agarre convencional y de esa manera tener todo el control sobre la línea, mosca y el clavado. Simple y muy, muy efectivo.
El ejercicio
Vamos a experimentar sensaciones y ver qué pasa.
⇒ Empezamos agarrando la caña por el talón. Envolviendo el carrete con la mano, estilo TLT. Probamos diversas rutinas de lance. Corto, medio, largo, presentación…
⇒ Vamos a ejecutar esas mismas rutinas y en ese orden pero esta vez agarrando la caña desde la mitad del mango. ¿Se cierran los bucles?, ¿se llega más, menos?, ¿mayor sensación de control?
⇒ Ahora desde el extremo junto al grafito para terminar con el estilo de Lefty. Analizamos.
Simple ejercicio con el que os aseguro vaís a descubrir cosas curiosas que no pensabáis ocurrirían con tan solo estos sutiles cambios.