El kilómetro extra

Este término sacado del mundo del marketing y ventas se refiere a ese esfuerzo extra que una empresa debe realizar para conseguir la plena satisfacción del cliente. Un esfuerzo que los demás competidores no son capaces de hacer, ya que se quedan contentos con simplemente cumplir su cometido con el cliente de manera correcta. Un llegar más allá donde otros no llegan y que a la postre les otorga una ventaja competitiva clara (venga ya, al grano muchacho).

Después de dos horas y media de viaje llegamos a nuestro esperado destino fluvial. Aparcamos el coche en el sitio más apropiado para ello, nos bajamos, montamos el equipo llenos de excitación y ganas y nos ponemos a pescar.

Esto es lo que hacen la mayoría. Unos cuantos deciden andar algo río arriba o río abajo para hacer coincidir a la vuelta su trayectoria en el río con el lugar del aparcamiento. A algunos, los menos, esto les da igual y lo que buscan es separarse de esa zona tan accesible para todos y pescar algo más alejados.

Todavía un menor número de pescadores se deciden por otra alternativa. Y es la que yo os recomiendo, ya que la considero como la más productiva e interesante. Se trata de alejarnos lo más posible y cuando creamos haber llegado lo suficientemente lejos, seguir andando otro buen tramo, recorriendo esa distancia extra que casi nadie hace (fundamentalmente en tramos de montaña). Requiere algo de buen estado de forma, tiempo y sobretodo paciencia (demonios, he venido a pescar no hacer la ruta jacobea).

Este planteamiento es especialmente bueno para ríos de montaña o sitios que consideramos están particularmente alejados para todos. En realidad, están mucho menos alejados de lo que pensamos y ese kilómetro extra casi seguro que nos dará la ventaja que necesitamos.