Aprende a pescar la canopia (por debajo, más bien)

En pesca, los ingleses utilizan el término «canopy» para referirse a toda la vegetación arbórea que puede llegar a cubrir el cauce de un río de lado a lado. En este artículo nos encontramos entre tres y cinco metros por debajo de la canopia, intentando ver qué hacemos para conseguir pescar en esas condiciones. Y el caso es que a parte de consideraciones técnicas, que abordaremos en seguida, el escenario es ideal para un pescador. La razón principal es que en este entorno, sombrío y protegido, la sensación de protección de las truchas es grande. Y eso, amigo mío, nos gusta mucho a los pescadores.

Recuerdo, no hace muchos años, cuando era normal para un pescador con mosca huir de este escenario de pesca por la dificultad que encerraba lograr desenvolverse, con efectividad, entre tanta maraña vegetal. Hoy en día, son muchos los que, habiéndolo intentado un par de veces, pasan de él, desesperados y con alguna mosca menos en sus cajas, prefiriendo buscar zonas más cómodas.

Estos lugares de muchos ríos de la península son los que han dado lugar a la técnica de pesca conocida como la “vara” o «arellana». Una caña de seis o siete metros con un ramal de nylon y una mosca atada al final. Apenas hay que lanzar y el acercamiento de la mosca y pez al pescador sucede al ir enchufando los tramos de la caña, haciéndola más corta cada vez.

El caso es que nuestra caña no mide tanto y desde luego, queremos aprovecharnos de estos mágicos y normalmente muy productivos sitios.

Varios de los consejos para este tipo de pesca son aplicables a otros escenarios. Sin embargo, la mayor parte de las técnicas empleadas en otros escenarios no lo son en éste.

El equipo canopia

Así como para ríos pequeños de montaña con mucha menos vegetación y apenas nada de canopia, me decanto por una caña de nueve pies, en este tipo de ambiente prefiero una más corta de 7 y medio por ejemplo. Sacrificaré algo de control de línea pero me permitirá realizar un lance específico para este terreno (en V) y sobretodo podré manejar las capturas con la caña vertical en más ocasiones y acelerar su devolución. Eso es siempre una prioridad.

Una vez más sobrelinearemos la caña. Es decir, que si la caña es del cuatro utilizaremos una línea del cinco. Con una mínima cantidad de línea fuera de la punta de la caña la sentiremos mejor.

Bajo de la misma longitud de la caña o un pelín más largo, cónico y terminal del 12 (por ejemplo).

Los lances canopia

Lance lateral, siempre lateral de izquierda o de derecha. Bucle de apertura lateral ligeramente caído o totalmente invertido. La mayor parte de las veces si ponemos la caña vertical pegaremos contra las ramas.

Lances extendidos de izquierda (cuando lancemos por la derecha) y viceversa. “Un momento, ¿lance extendido tras un lance totalmente lateral?”

Exactamente, has oído bien. El cambio de dirección de la caña (la extensión) es de 180º y hay que realizarla con rapidez antes que la línea pose pero es perfectamente posible y muy efectivo.

Lances en V. “Me suena haberlo oído antes. ¿No era un lance preparatorio para ejecutar un rodado cuando la corriente era tan rápida que no permitía anclar más línea que la punta de una V?” Pues sí, estás bien informado. Sin embargo en la pesca en corto un lance en V sirve para conseguir línea floja en el bajo y dejar la punta de la caña apuntando hacia arriba (caña corta, recordad) preparado para clavar o evitando que caiga apenas nada de línea al agua (bravo, bravo).

Paracaídas lateral más lance rodado. Este es un lance combinado extraordinario para este escenario cuado necesitamos un poco más de distancia y la corriente es lo suficientemente fuerte para hacernos dragar la mosca hagamos lo que hagamos.

Las articulaciones

Aunque hay estilos de pesca más agotadores, éste se lleva la palma a la hora de poner a prueba las articulaciones del hombro lanzador, codo y rodillas. Los lumbares se resienten lo suyo también. Deberemos pescar rodilla en tierra con el brazo muy estirado hacia adelante e inclinarnos por la cintura en todas las direcciones (cielos, me voy a buscar una badina ahora mismo). Recomiendo descansar a ratos y puestos a salirnos de lo convencional y con estos calores pescar sin vadeadores y con una rodillera de fútbol o de poner azulejos al menos (en la última pesca de canopia estuve arrastrando dolor en la rodilla durante tres días).

Los enganchones

Ah sí, vamos a enganchar mucho y a perder moscas y a veces hasta la paciencia. Incluso romperemos alguna caña que otra tras un tirón (¡pero si apenas he hecho fuerza!)

A no ser que tomemos medidas para evitarlo. Consejillos:

  • ⇒ La mejor manera de no enganchar es lanzar bajo con un bucle trasero caído, estrecho y rápido. Y pescar de rodillas, agachado, sentado o tumbado.
  • ⇒ Mira continuamente hacia atrás
  • ⇒ La mejor manera de desenganchar de la canopia es recoger toda la línea hasta que la punta de la caña toque la mosca, dar un empujoncito en la otra dirección y rezar.
  • ⇒ No desenganches a tirones. No quieras poner a prueba la garantía de por vida de tu caña (éste es bueno).
  • ⇒ Muchos de los enganchones se producen al clavar un pez y sentir que no sentimos nada (probable rechace). Para evitar esto deberemos seguir leyendo…

El clavado

Clavar a la manera tradicional, levantando la caña verticalmente es asegurarnos un buen porcentaje de enganchones en este bonito escenario. Casi uno por cada rechace. Deberemos aprender a hacerlo lateralmente. ¿Cómo? Cuesta algo de tiempo. Simplemente tendremos que concentrarnos y cuando nuestra mosca esté pasando por encima de ese buen pez repetirnos a nosotros mismos: lateral, lateral, lateral…

Clava suave, muy suave, simplemente tensando la línea. Lo que menos me gusta en pesca a mosca es ver como se dejan moscas en el morro del pez por pasarse de violento. Menos aún me gusta ver truchas enanas volando por los aires e incluso aterrizando en tierra.

Os propongo que probéis lo siguiente:

  • ⇒ Clava sólo si estás seguro que ha cogido tu mosca (pides mucho, chavalote).
  • ⇒ Clava sólo si ves que la trucha merece la pena. Si sabes que es pequeña o ya has cogido algunas y solo te interesa una de mayor tamaño simplemente no claves. Puede que le ahorres al animal, además de un susto, más de un golpe contra las piedras.
  • ⇒ Si no puedes evitar clavar y ya has satisfecho tus ansias de tocar escama y de sacar fotos prueba a capar el anzuelo por la curvatura (Antúnez padre fue pionero en este tipo de pesca). Siente la tensión por unos segundos y punto, que se vaya. Tú ya has conseguido engañarla. Sorprende a veces el tiempo que tardan en soltarse algunas truchas de esta manera (vamos, que no abren la boca). Con sinceridad, yo no he hecho esto nunca.

Las piedras

Son nuestras aliadas. Posa encima de ellas todo lo que puedas. Prueba a realizar un gancho encima de una piedra plana y que solo el bajo caiga al agua. Los extendidos quedan de maravilla. Apila algo de línea encima de una roca y observa como va saliendo poco a poco línea a medida que la mosca deriva y cae suavemente al agua. Pesca sentado en ellas todo lo que puedas, es más descansado que de rodillas. Sobretodo, diviértete.