Ejercicios de lanzado Zen

Cierra las ojos. Siente la fuerza de la línea tirando de tu caña en ambas direcciones. Percibe los tiempos sin verla en el aire, escucha el silencio. Sólo eso debes oír.

  • Θ Lanza tumbado con tu estómago contra el suelo. Mantén tu codo pegado y firme contra la hierba. Aprende a lanzar con una mínima aplicación de energía. Tu fuerza es necesaria sólo para transmitir a los demás tus verdaderos sentimientos.
  • Θ Utiliza un sol lateral y tu sombra proyectada para observar tus movimientos a la vez que lanzas. Ese es tu verdadero yo. Guía tu sombra.
  • Θ El minimalismo es pura elegancia. En lances cortos enseña a tus músculos a hacer y moverse lo mínimo. Intenta pasar desapercibido en un medio que amas pero que no es tuyo.
  • Θ Cuando estés pescando olvídate del lanzado, sólo siéntelo y déjate llevar por su magia. Que el fugaz destello de un pez sea lo único que te devuelva a la realidad.
  • Θ Encuentra tu ritmo de respiración. Inspira al comenzar el lance trasero y expira en el delantero o al disparar línea. Siente el oxígeno en tus pulmones y respira con lo que te rodea.

 

Valora cada lance, cada subida, cada corriente y cada piedra que pises. Eres el ser más afortunado al poder estar en ese preciso lugar, en ese preciso momento.