¿Pradera o río?

Dilema donde los haya. Para muchos hasta excluyente: si lanzas, no pescas.

Nada más lejos de la realidad. Sin duda los dos.

Una jornada de seis horas de pesca dan para mucho, sobretodo si no hay mucho movimiento. Practicar en el agua es fundamental para ir transfiriendo lo aprendido. Es el agua la que te da el verdadero estímulo y sentido para aplicar lances de presentación. El río, por su complejidad, es un escenario totalmente único e inigualable. Pescar a seca al agua es el mejor método de entrenamiento en el río.

La hierba, así mismo, tiene sus grandes ventajas. Te permite abstraerte del entorno y concentrarte en un concreto aspecto técnico aislado de todo lo demás. Lo puedes realizar todo el año y debajo de casa. Para enseñar niveles básicos e intermedios esas condiciones son normalmente mejores.

Repito, los dos escenarios de prácticas son muy importantes y ninguno puede sustituir al otro.