¿Se queman calorías pescando a mosca?
Seguramente que no tantas como contestando algún lector escandalizado sobre algunos temas tratados en este blog, tales como sobre La involución de la pesca con mosca o cuando toco, aunque sea de soslayo, algún tema de la competición. Son cuestiones que levantan pasiones.
Al grano
Para responder a esta pregunta he tenido que consultar unas cuantas fuentes en Internet. Son varias las que he mirado valorando más las que citan o recogen estudios concretos a pie de río. Me he llevado una sorpresa de la cantidad de material que hay al respecto.
Toda la información que he leído comparte una idea común: la pesca con mosca activa (andando y vadeando por el río) es la modalidad de pesca que más calorías quema. Entre 250 y 500 calorías por hora si el fondo y las orillas son de piedras y de losas más bien resbaladizas.
Entorno exigente
Bregar en ese entorno implica tener que utilizar nuestros músculos más grandes y fuertes que son las piernas y en muchas ocasiones vencer corrientes más o menos fuertes. Requiere un significativo esfuerzo mantener el equilibrio contra la corriente, especialmente como digo, sobre piedras.
Cuánto nos desplacemos y andemos, a qué profundidad y contra qué intensidad de corriente, moverá la horquilla señalada en una u otra dirección. Nuestra propia constitución física y metabolismo marcará diferencias también entre pescadores. Casi nadie pesca para hacer deporte y quemar calorías, como principal motivación, pero bueno es saberlo y seguro que no nos viene nada mal.
Osea que sí, se queman un montón, más de las que yo pensaba. Recordad que una hora de correr a 8 km/h sobre cinta queman unas 800 a la hora.
Ya que estamos, un consejo para sacar más peces
Aquí es donde yo, seguro, toco las narices a alguien.
Si quieres sacar más peces de manera regular, ponte en forma. No vayas al río a hacer ejercicio, haz ejercicio para poder ir al río.
No vayas al río a hacer ejercicio, haz ejercicio para poder ir al río. Por eficacia y sobretodo por seguridad.
Kilos de más nos merman en mayor o menor grado nuestra capacidad como pescadores. Nos restan resistencia, cansándonos antes y condicionando nuestra forma de pescar, a un menor ritmo o a la espera.
Kilos de más nos crean inseguridad a la hora de mantener el equilibrio tanto en el agua como por las orillas. Nos caeremos más, seguro. Esa sensación de inseguridad nos llevará a pescar siempre en compañía privándonos de uno de los auténticos placeres: pescar en solitario.
Ese peso extra nos impide, además, llegar a sitios más alejados ya que andar largos trechos se convierten en una pesadilla. A la larga iremos menos a pescar, ya que solo el simple hecho de pertrecharnos y ponernos en marcha se convertirá en algo tedioso y poco agradable.
Llegar uno a casa tras un rato de pesca y no tener que desplomarse en la cama hecho un asco por el agotamiento es otra de las ventajas de estar en forma. Tu familia seguro que te lo agradecen.
Pues eso. Si quieres pescar más y disfrutar mucho más del río ponte en forma amigo mío.
Corolario
El almuerzo es otro de los grandes placeres en una jornada de pesca. No quiero dar bajonazo a nadie pero la deliciosa foto de la derecha asusta. Mejor no hacer números.