Sonríe, por favor

Cada vez somos más los pescadores que devuelven sus capturas. Tremendo acto de generosidad, altruísmo e impulso ecologista, no es en verdad, más que un darnos de bruces con una realidad llena de sentido común: si las mato me quedo sin pesca. 

Sin embargo, me empieza a preocupar el despliegue de las habilidades fotográficas de las que todo pescador conservacionista que se preste parece querer hacer gala.

El pescador conservacionista

¡Qué canso se está volviendo este grupo al cual también pertenezco! Me explico.

Uno se vuelve pescador sin muerte cuando decide devolver todas sus capturas. Y acaba siendo un pelma cuando tras una captura y antes de su devolución acaba inmerso en este tipo de interacción comunicativa: ¿así bien?, mejor en esta posición, espera que se me escurre, prepárate que ya la tengo…

Caminos sin retorno

Maestro, ¿de qué manera se evoluciona en la vida de un pescador con mosca?
Maestro: No se si entiendo muy bien la pregunta.

Aprendiz: Yo antes mataba, ahora no. Antes pescaba a cebo y cucharilla, ahora no. ¿Es eso una evolución? ¿Dónde termina?
Maestro: Ya veo por donde vas. No creo tener una respuesta muy clara pero puedo reflexionar en voz alta si te parece.