5 preguntas básicas sobre el lanzado a distancia

Dentro de la carrera del lanzador practicante, sigue destacando un elemento que es compartido por muchos: la afición al lanzado largo.

Lanzadores que suelen practicar en hierba y que han conseguido un buen nivel general de mecánica y control de lances de presentación, acaban casi de manera irremisible, queriendo poner la lanita un poco más lejos. Ese es tan solo el comienzo…

Sintiendo el momento

Los hombres y los objetos compartimos una interesante característica común. Somos bastante reacios y perezosos al cambio. Se nos tiene que aplicar la energía suficiente para que nos movamos. Dependiendo de nuestra masa y la cantidad de pereza, mucha energía, a veces.

En movimiento los objetos siguen igual de reacios a cambiar de velocidad, los seres humanos a parar, ninguna.

Muñeca rotacional

De todos los movimientos que se ejecutan para realizar un lance, independientemente de la distancia, tipo de caña y variedad, existe uno que destaca por su trascendencia.

Sin él no podríamos ejecutar ningún lance porque el lanzado no existiría como tal.

Entenderlo y llegar a controlarlo del todo es una de las claves para crecer como lanzadores en cualquier etapa que nos encontremos de nuestra sacrificada carrera.

Un negativo muy positivo

A veces practicando lo que no hay qué hacer, uno se lleva sopresas y encuentra cosas que a la larga resultan verdaderamente interesantes.

Es hora de practicar negativos.

A parte de otras razones, la causa principal por la que surgen los bucles cruzados o negativos es un exceso de flexión en la caña para un determinado insuficientemente amplio arco de lanzado.